Serrat y nuestro tránsito

Serrat y nuestro tránsito

 

Las personas más grandes de la historia han tratado y tratan de tú a tú a Dios, aunque no crean en él. Y también a ti, a usted y a quien corresponda, con educación y acierto, diciendo las cosas meridianamente claras.

Por eso Serrat está en el Olimpo antes que muerto. Porque, al igual que otros grandes a lo largo de la historia, nos ha hecho ver la luz y que nuestra cabeza parezca que funcione y tenga bombillazos.

Este disco En tránsito, salió en 1981, estaba en mi casa desde mi más terrenal infancia. Y ahora que lo pienso, ha sido una de las brújulas de mi vida al ser un ejemplo de actitud, ética, poesía, arte, filosofía y atrevimiento altruista. Todos queremos creer en alguien que no nos falle. Y a mí, Joan Manuel no me ha fallado nunca. Me sirve siempre como gurú infalible para seguir con las cositas importantes en la vida.

Supongo que a vosotros también os pasa, los que manejáis juventudes acumuladas y edades esdrújulas. Y esos paradigmas que no sé muy bien porque sentimos -o a lo mejor soy solo yo- tan a menudo últimamente, que nos están meneando tanto el piso, cuando son tan claros porque son buenos y bondadosos sin ser buenistas, aunque, muchas veces pasivos y tan maltratados por nosotros mismos y por los que desmadejan la buena lana. Creo que las estructuras éticas, sociales y culturales de la mayoría de las democracias occidentales tras las guerras mundiales y las dictaduras de la segunda mitad del siglo XX han sido de progreso liberal y posibilista, por supuesto que con margen de mejora e injusticias tremendas pero en una buena dirección hacía un progreso que ha mejorado la vida de muchísimas personas en el mundo. Sin tantas bobadas y frenos como ahora. Sin progresismos que odian el progreso que diría Steven Pinker. Otro gurú libertario del hoy y del nosotros más profundos.

Así pues, cada vez que me viene una canción de Serrat y me pongo con ella, me lleva a otra o al disco, se me vuelven las verdades antiguas y fijas; la ultramodernidad se me vuelve borrosa mientras piso firme oyendo una canción que dibuja un mundo en nuestras manos que muchas veces no queremos ver y crear con nuestras acciones cotidianas.

Las verdades claras llegan y hablan desde la primera canción: A Quien Corresponda, a nuestro planeta y nuestra ética; a los inmorales y a usted si lo es; a la cobardía en el amor de pareja, aun queriendo; a la vida pirata y al amor y el abandono de los amigos; a la grandeza de “los amigos no traicionados” canallas y verdaderos, que podría decir nuestro querido Benedetti; a esos locos bajitos a los que mareamos con nuestras peloteras cansinas; a la felicidad y la libertad de vivir y buscar el presente como un tipo o una tipa cualquiera de tu calle; a las musas y la creatividad con fondo rojo de mujer y a la actitud para crear un gran día.  

¡Eso es Serrat! Una esperanza y un canto a la vida ¡Eso es Serrat! Aunque a tantos les parezca una oveja al cantar, que no al soñar. Y decir las verdades que en nuestras vidas, tantas veces, no nos atrevemos a decir ni a creer. Y que casi ya… no nos atrevemos a escuchar y sintonizar en nuestro transistor infiel de viejos occidentales sin esperanza.

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Los pies son tus mejores amigos.